viernes, 28 de enero de 2011

Psicólogo 24h al día.



El Ser , nublado. Nublado como el día sin luz que, melancólico, espera el abrazo de la noche.
Subidos en un tío vivo, en un montaña rusa: el movimiento siempre sigue el mismo patrón.

Como compuso el gran poeta apellidado Neruda y llamado Pablo:

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Nosotros ya no somos más. Más que un día nublado y decaído.
Un dni registrado. Un número entre tantos.
Ya no hay genios. No hay grandes enamorados.
¿Hay ilusión? Efímera, áspera.

Quise llorar, pero en el vaso ya no cogían más.
Quise olvidar, pero en el cajón ya no cogía más.

Entonces se encendió un fogón que iluminó lo que segundos después quedo sumido en una total, profunda y axfisiante oscuridad. Un simple ¡BOOM!. Silencio.














jueves, 6 de enero de 2011

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Sentada en el sofá. Mirando más allá del televisor. Más allá de la pared.
Apática.
Sintiendo esta misma sensación de vacío. Vacío, frío.
Permanente.
Cansancio por cansancio.


Apática, una y otra y otra vez.
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domingo, 2 de enero de 2011

El espejo que miras...


Fué triste. Fué como tirar una piedra a un estanque, como cerrar de un portazo, como despertar en el vacío. Fué fácil de entender, dificil de encajar:

Le devolví la mirada, le ofrecí mi mejor imagen. Él me reflejó, me reflejó oscura y vacía. Una imágen amarga plasmada en el frío cristal. Entonces recordé. Recordé todo aquello que un día quíse ser, todo aquello que un día tuvo sentido. Ya no lo tiene. Ya nó.
Sequé las lágrimas del espejo, quise llegar más allá. Hundí la mano, atravesandolo, librando la barrera, violando el sentido.
Ví los árboles muertos, los muros derruidos, la poca fé. Poco había quedado en pié: un viejo espejo que no andaba, un reloj que no reflejaba, un hombre roto.
Me senté y pensé en como recomponerlo todo, en cómo recobrar el sentido y la dirección.
Pero nadie puede recomponer los días del ayer. Nadie puede ser Dios, aunque quiera.
Así que volví a secar las lagrimas al espejo y descalza, sin rumbo...