sábado, 10 de agosto de 2013


Si me miro en el espejo, sé que lo que veo es mi forma física, mi "yo" exterior. No obstante, lo sé de una forma distante y extraña, es un saber implantado desde mi niñez. Un saber que se forjo en que de pequeña alguien me dijo que esa  forma era yo al enfrentarme al espejo. No lo cuestiono, desde luego, porque esa forma aparece cada vez que me asomo, pero es raro.

Mi cuerpo debería reflejar todo lo que siento por dentro ¿no?

Si me miro en el espejo, sé que lo que veo es mi forma física, mi "yo" exterior. No obstante, lo sé de una forma distante y extraña, es un saber implantado desde mi niñez. Un saber que se forjo en que de pequeña alguien me dijo que esa  forma era yo al enfrentarme al espejo. No lo cuestiono, desde luego, porque esa forma aparece cada vez que me asomo, pero..., es raro.

martes, 8 de enero de 2013



Aunque no me he visto nunca llorar de emoción, ni nunca he observado como exploto en lágrimas en momentos de tensión. No conozco mi cara de enamorada. No tengo ningún recuerdo de mi cara extasiada. Desconozco mi sonrisa más pícara o la más sincera, la forma en la que te observo mientras hablamos. Sé que nunca llegaré a observar mi espalda o mi forma de andar. Nunca tendré la oportunidad de tener una primera impresión de mi misma, nunca llegaré a conocerme por primera vez.