domingo, 2 de enero de 2011

El espejo que miras...


Fué triste. Fué como tirar una piedra a un estanque, como cerrar de un portazo, como despertar en el vacío. Fué fácil de entender, dificil de encajar:

Le devolví la mirada, le ofrecí mi mejor imagen. Él me reflejó, me reflejó oscura y vacía. Una imágen amarga plasmada en el frío cristal. Entonces recordé. Recordé todo aquello que un día quíse ser, todo aquello que un día tuvo sentido. Ya no lo tiene. Ya nó.
Sequé las lágrimas del espejo, quise llegar más allá. Hundí la mano, atravesandolo, librando la barrera, violando el sentido.
Ví los árboles muertos, los muros derruidos, la poca fé. Poco había quedado en pié: un viejo espejo que no andaba, un reloj que no reflejaba, un hombre roto.
Me senté y pensé en como recomponerlo todo, en cómo recobrar el sentido y la dirección.
Pero nadie puede recomponer los días del ayer. Nadie puede ser Dios, aunque quiera.
Así que volví a secar las lagrimas al espejo y descalza, sin rumbo...

1 comentario:

  1. Me suena lo del espejo a la conversación de hace minutos... a lo de verse fuera del propio punto de vista... Y me hace pensar que, como temía, no ha sido una conversación que haya aportado nada bueno. u.u

    Espero que pronto te veas tú en tu reflejo, que la imagen que te devuelva sea limpia, porque la distorsión que te devuelve es mental y pasajera...

    Piensa en eso, al fin y al cabo, todos somos pasajeros, todo es pasajero... La vida es un pasaje hacia la muerte. Y lo que hay que hacer es aprovechar las etapas de dicho pasaje y no pensar que nada es perpetuo e intentar dejar atrás lo que atrás quedó... Seguir el camino, seguir el viaje, el final es el mismo para todos. Lo importante es llegar bien y a su debido tiempo, al tiempo que nos marca la Madre Naturaleza y el Padre Azar... (ya sabes que según yo, azar=determinante... destino=caca de mentira).

    Yo no sé por qué coño no escribes más... con lo de puta madre que se te da, Zorrona.

    ¡Salud y buenas noches!

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